19/04 – 13:00 – Un reclamo superior a los mil millones de dólares por pasivos ambientales, interpondrá la provincia de Santa Cruz contra Repsol-YPF. Todo el área de zona norte, donde más de 13 mil piletones nunca fueron saneados convenientemente, hoy se descubren como una falta de compromiso al acuerdo entre empresa y nación/provincia. Se especula con que esta arremetida oficial es para forzar a Repsol a mantener una postura menos confrontativa o más desventajosa en la coyuntura. El pasivo ambiental en Santa Cruz data de antes que operara la petrolera y luego del período que operó desde la privatización hasta hoy.
Parte de lo que escribíamos en el mes de julio de 2010, luego de una visita a la Dirección de Medio Ambiente de Pico Truncado, refería en nuestra nota: “Silenciosas las empresas petroleras sigue sacando el crudo de las entrañas de la tierra y haciendo de las suyas con el medio ambiente. Si bien hay que reconocer el esfuerzo que hace la Dirección (zona norte) a cargo de Omar Fernández, podríamos decir que es el único (y último) lazo que mantiene a las operadoras al borde del cumplimiento en materia medioambiental. Si no fuera por este grupo que en silencio trabaja en Truncado, Caleta y zona de influencia, nada se podría remediar en Santa Cruz. Piletones sin sanear, derrames viejos, derrames nuevos, YPF que tiene una deuda ambiental impresionante junto a otras operadoras que va emparchando los incidentes y así, en esa lucha, sectores del gobierno de la provincia no dan respuesta, por ejemplo Hídrica o la Subsecretaría de medioambiente, donde muchos informes lapidarios de Fernández y su equipo, duermen el sueño de los justos”.
Más adelante apuntábamos “Ahora, los ojos del equipo están puestos en la cuenca austral. Aquí en la parte sur, las operadoras, especialmente Petrobras, trabaja como en el siglo pasado. Piletones abiertos sin sanear, barros empetrolados por doquier, caños perforados, contaminación de napas, filtración del crudo, membranas protectoras ausentes sin aviso y todo lo que se pueda imaginar de negativo, lo ejecutan las empresas en los sectores de perforación de la zona sur de Santa Cruz”.
Y finalmente señalamos a modo de opinión “Como lo hacemos con la minería, aquí estaremos para desenmascarar la mala praxis empresaria, el abuso, la falta de reglas, la mentira, el aprovechamiento, la desidia y la corrupción que atraviesa al sector petrolero, que en su afán por extraer el hidrocarburo, nos condenan a vivir un futuro sin recursos, en un ambiente desvastado e irremediable”.
Se abrieron los sellos
El gobierno de la provincia prepara una demanda ambiental contra Repsol-YPF en el orden de los 1.300 millones de pesos por el pasivo ambiental que dejó en zona norte. Por tal motivo el Secretario de Energía de la provincia Juan Ferreyro y el Fiscal de Estado Iván Saldivia, se encuentra trabajando junto a un equipo de profesionales en la redacción de la denuncia por la cual se demandará a la empresa ante el evidente incumplimiento de remediación, hecho expresamente escrito en los acuerdos previos y que tenían como objeto una inversión sobre el pasivo histórico (dejado por la vieja estatal YPF) y el generado a partir de las nuevas exploraciones y explotaciones de la privatizada. Nada de eso se hizo (o muy poco) y OPI lo pudo corroborar a partir de una información suministrada en el 2010 por la propia Dirección de Medio Ambiente de zona norte, donde merced a un power point de más de dos horas, el titular del organismo Omar Fernández, nos ilustró sobre los desastres ambientales y cómo, particularmente YPF, no cumplía con la obligación contraída. En ese momento, un relevamiento de la Dirección arrojaba un total de 9 a 10 mil piletones mal saneados, en general tapados con tierra, pero sin afectarlo a los procesos de remediación establecidos en el protocolo.
El propio Fernández nos señalaba, entonces, que enviaba a la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia, a cargo durante 10 años de Francisco Anglesio (hoy e el INTA a nivel nacional) informes pormenorizados, detallando los trabajos de campo, ubicación satelital, la formulación de las observaciones, la forma en que habían sido “remediados” y las condiciones deficiente de las instalaciones en distintas locaciones de la operadora y se quejaba ante nosotros de que todos esos documentos nunca habían tenido respuesta, acusando al entonces funcionario provincial de “cajonear” los mismos, razón por lo cual sería bueno que el Gobernador abriera una investigación para esclarecer porqué Angelsio no le daba curso a las denuncias y no aplicaba las medidas correctivas.
Hoy, debido a la avanzada del gobierno nacional, sobre la empresa petrolera, aparece (como por arte de magia) un enorme pasivo ambiental, que siempre estuvo allí; lo que sucede es que jamás el estado nacional y/o provincial aplicaron los contratos o la ley ambiental en todos sus términos la cual fue aprobada el 25 de mayo de 2010. Sin embargo y debido a los datos que manejamos, el pasivo ambiental de la provincia no se agota en la deuda que dejó Repsol-YPF, e inclusive en la cuenca austral, en ese mismo momento (junio 2010) en la Dirección de Medio Ambiente, se nos informó que Petrobras trabajaba absolutamente fuera de las normas ambientales y el propio Fernández, admitió que si le era cedido el control en zona sur, se podrían descubrir pasivos ambientales muy importantes generados, especialmente, a partir de la falta de control. ¿Tendremos que esperar que la Nación se pelee con Petrobras para descubrir que no cumplen con su compromiso en la cuenca austral?
¿Y Esquenazi?
Hasta donde sabemos más del 25% de las acciones de YPF fueron de los hermanos Exquenazi, por lo tanto como operadores del grupo petrolero en Santa Cruz, les asiste la misma responsabilidad que a Repsol por el daño ambiental ocasionado en Santa Cruz. Hasta el momento no se observa que el estado provincial vaya en contra de los intereses de este grupo, hecho que claramente nos induce a pensar que existe una situación poco clara a la hora de los reclamos, aunque para ellos habrá que esperar a leer el acta de la denuncia ambiental que la provincia tiene en elaboración.
¿Cuándo se descubrirán?
La pregunta que no podemos dejar de hacernos, a la luz de los actuales acontecimientos y de lo que venimos sosteniendo durante tantos años en los que objetamos la forma en que las empresas petroleras y mineras actúan en la provincia y la falta absoluta de control estatal, es ¿Cuánto falta para que el gobierno nacional y provincial se den cuenta del desastre ambiental que están dejando las empresas mineras en Santa Cruz?. ¿Habrá que esperar un enfrentamiento de intereses entre la presidenta Cristina Fernández y el titular de la Barrick Gold o el pool de empresas canadienses que operan en el país, para descubrir las bajas regalías que pagan, la desinversión y el enorme pasivo ambiental que dejan para las futuras generaciones? ¿Habrá que esperar que la presidenta se cruce con los intereses de las mineras para que le de un ataque de “nacionalismo” y nos digan que las riquezas del subsuelo son argentinas (cosa que nucna dudamos y por eso cuestionamos que se regalen a precio vil) y embanderar a la ciudadanía con un nuevo slogan de que la minería “es de todos y todas”? ¿O llegaremos tarde como en el caso de YPF?. (Agencia OPI Santa Cruz)
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